21 de enero de 2013

Las rebajas


Las rebajas...esas gran desconocidas.

Antaño me consideré la reina de las rebajas. La reina del macro centro comercial y del pequeño comercio. No existía  rincón que mi visión no barriera, de un fogonazo. Tenía un don y encontraba la ganga aunque estuviera oculta entre la Nueva Temporada, por error, descuido o un hecho intencionado. Te lo juro.

Desde que soy madre. Desde que mis hijas andan, no sé lo que son. Y lo sufro. Mucho. Mi bolsillo más.

Los grandes almacenes tienen algo, todavía no lo he descubierto, que enloquecen de forma anormal a mis pequeñas. Por regla general se comportan de forma regular (no me ciega la maternidad, me ciegan las dioptrías) y siendo mediana su acción, mi reacción es acorde.

Nada más llegar, ya en las escaleras mecánicas, el bordillo estático de las mismas ejerce una fuerza de atracción sobre sus culetes, terrible e irrefrenable a partes iguales. Por lo que subir con ellas es avanzar con unas niñas que tienen los pies tres escalones más arriba que el trasero, así hasta que mi reacción deja de ser armoniosa.

Una vez que llegas a la tienda X  (bien podría ser Z) los burros, los estantes y los bajos de las mesas son toboganes, unicornios de colores y lluvia de confetti, yuju.

Desde ese momento, hasta el momento que salga caminito al coche, al grito de arreando, el tono de mi cara será burdeos y mi ojo izquierdo parpadeará de forma independiente y autónoma al de mi ojo derecho.

Intentar cambiarlas en el interior de los probadores me ayuda a practicar idiomas, como el de las ballenas. Mientras que desvisto a una, y aprovechando que tengo la vista ocupada en tan noble tarea, emito un grito, con diversa frecuencia, vibración y suspiro. La onda sonora localizará a la otra. Detectará movimientos reptadores bajo el probador del fondo izquierda y me dirá que es mi hija. Acto seguido, o grito seguido, la onda sugerirá de manera efectiva a la niña que vuelva al redil...o al probador número uno o punto de partida.

Tras dejarte el orgullo y la dignidad en los probadores, te marchas a la zona en la que los ojos se te salen de las cuencas y salivas como el perro de Pavlov ante tanto must have que doesn't have tu armario.

Al cabo de diez minutos de repaso fugaz, de vestirme y desvestirme a la velocidad de la luz y de descuidar  unos minutos la atención a mis fieras hijas, que han decidido nadar estilo crol, braza y mariposa por el suelo de los probadores, yo ya no tengo niñas, tengo dos pelochos, de tanta pelusa adherida.




Señor Amador Ortiga, los suelos de sus tiendas se los niquelan mis niñas...una  oferta especial por evitar el desgaste de sus aspiradoras no me caerá, ¿verdad?




24 comentarios:

  1. Chica mejor, eso que te ahorras, además ahora lo tienes todo en online. Otra opción es ir sin ellas....
    La petición al señor Ortiga me parece que razonable.

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    1. ...no te creas, porque compro cuando puedo...y no siempre son rebajas. Atrás quedó la época en las que les compraba la ropa a ojo...imposible ahora, han crecido tanto, además que inconscientemente me niego a ver que esa ropita tan grande les viene, que no doy una...por internet igual.

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    2. http://www.youtube.com/watch?v=BGLR25EJtfE

      Disculpad mi ausencia!!!! Cada vez tengo menos tiempo.
      Un besazo a tod@s.

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  2. Los pelochos en mis calcetines son un clásico del conteingles :P jajaja que buenas memorias de la infancia me has hecho recordar jajajaja pobres de las madres...y de nosotras

    un besote desmadroso

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  3. Genial, justo ayer pensaba yo lo mismo, jolin en estas tiendas no pasan la mopa o que???

    Me he reido una jartá niña., y eso a primera hora de la mañana se agradece

    Besos

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  4. JAJAJA, ir de rebajas, es una locura, y eso que yo solo voy con Tenedor, vamos que no voy, no me compensa el chollo que pueda encontrar con la ansiedad que me genera probarme con él...y a ´le ni le menciones probarse nada, sale corriendo y llora, todo a ojo..
    Así que o me compro sin probar, o voy cuando tengo con quién dejar al peque...Ya no nos quedan ni las rebajas...
    Suerte amiga

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  5. O de como convertir el placer de disfrutar de las rebajas en una tortura!!
    nena! qué estrés me ha producido esta entrada!
    Pues para casos así, vende las niñas (vale padre, abuela, tia o vecina enrollada).
    Besitos.

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    1. Pues si te he dado estrés, entonces lo habré escrito bien, porque lo es. Te lo juro. Dejarlas en casa de las abuelas, te lo aseguro, por el rodeo que tengo que dar, estresa más...

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  6. Jajajajajaja! Me pido un ecolocalizador para mi cumple, me va a ir de lujo!!! ;)
    Muas!

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    1. Instemos a las grandes marcas que desarrollen el modelo casero, nivel, pequeño electrodoméstico, claro que sí!!!

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  7. jajajajajajajaja,
    conoces eso de mal de muchos consuelo de tontos ¿no? Pues que tontisima que soy...

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  8. JAJAJAJA Como si lo estuviera viendo... Yo era así de pequeña :D Y me río porque mi peque todavía no anda, pero mientras leía me partía al tiempo que me empezaban a temblar las canillas de pensar que ella herede esa habilidad también. Madre... Como sea así, te pediré el código ballenil (si te funciona) para ir practicando :) Besos!

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    1. En la página de facebook estoy impartiendo clases de Lenguaje Ballenil, ya voy por el nivel medio ;)

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  9. XD XD ese tic en el ojo me lo imagino del tó, alguna vez me ha dado yendo de compras con mi hermana y eso que no tengo niñas mayores. Lo de barrer los probadores debe ser un clásico entre la comunidad porque alguna vez se me ha colado algun bicho por debajo XD
    Desde luego si es así me paso a la compra por Internet, por mi salud mental...
    Besos

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  10. A mí las rebajas me estresan de por sí pero si ya le sumamos dos gemelas alborotadoras eso tiene que ser el súmmum del desquiciamiento. Jajaja. Eres mi heroína. Un besote!!!

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    1. ¿Te estresan?...Mujer, yo no me pondría la primera de la puerta el primer día...aunque creo que en época de crisis esa imagen de locas por la rebaja ha pasado a la historia...pero por una mañana tranquila y ociosa entre trapitos MA-TO

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  11. Que valor tienes!!! Yo prefiero quedarme sin comer e ir solita a las tiendas, luego se lo pruebo en casa y si hace falta se cambia... Ni loca voy con las tres de tiendas y menos para mirarme ropa para mi...

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  12. Mortal. Rebajas y niños son dos conceptos incompatibles. Como mojar un gremlin o así.
    Besos

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