By Yolandica |
(Con voz hueca y con eco) Marchando una de lionesas barra!!!
Oins-oins-oins qué buena que estaba madre, quegüena!!!. En cuanto vi en la carta "Lionesa", supe que el destino me lo había dedicado a mí, y siendo humilde y aceptando mi condición de ignorante por no saber qué era aquello le pregunté a la amable camarera de un pueblecito de Lleida, Esto qué es lo que é?, y ella, como quitándole importancia a tal magnífica maravilla de la repostería me dijo con tono catalán-rumano; Es un hojaldre con nata y chocolate. Así como si dijera, Parece que hoy hace calor (en pleno agosto). A Dios gracias, que tengo un sexto sentido hiper-desarrollado y supe intuir que "eso" que me decía como si fuera una nimiedad era una "Lionesa", La 8ª Maravilla de la Repostería, es de esos postres que al comerlo es difícil abrir la boca y que no se te escape una babilla...A mí no me pasa porque soy muy fina, pero seguro que a alguien le habrá pasado alguna vez...
Pues eso, que ahora, de nuevo sumergida en la rutina y en mi dieta, me comía de golpe cuatro, sin respiro, de un tirón.
Aquel día decidí no hacer ascos a ningún postre que me presentaran durante mi estancia en aquel hotel. También descubrí que con la barriga llena, una imaginación prodigiosa, y tras un cortado sin "nescafeinar" no puedo dormir, es más, puedo sufrir algún ataque de pánico. Acompañando a tremendo desvelo, un caserón de 1765 con alguna habitación vacía, un viento que se empeñaba en golpear el cristal del tragaluz del hueco de la escalera, que parecía que algún alma perdida estuviera golpeándolo para entrar, una sombra negra en el rincón de la habitación (que con la luz de la mañana pude ver que era un cabezal de una cama, qué coño hacía un cabezal sin cama? pues no lo sé, por eso no recordé ese detalle) y un ventilador de techo que parecía estar medio cogido al techo, a punto de caer sobre nuestras cabezas... Acompañando a tales elementos, el recuerdo de unas imágenes que había colgadas en las escaleras, la primera la de Jordi Pujol inaugurando el garito (que diría mi marido), la segunda, una imagen de niñas de los años veinte haciendo la comunión, que si sería terrorífico (el cuadro de las niñas), que el cristal estaba hecho añicos. Claro, y mi cabecica, a las dos y media de la madrugada pensando, Lo ha roto seguro el alma en pena que circula por la casa...
En estos casos de insomnio suelo buscar en mi mente recursos para escapar de mi miedo y recuerdo cosas que me han divertido mucho, ejemplos:
1. La caída de mi amiga X (ya sabéis, quiere guardar su anonimato)...la habría empujado algo tenebroso?
2. Verano Azul, qué serie más chuli, pero... no se murió Chanquete? muerto = ¿fantasma?
3. Martes y Trece.....aaaaayyyyy! qué numerico!!!!
4. El sketch de Kenny G de Muchachada.....vamos muchacho ven a bailar...(imaginatelo cantado por espíritus, da más miedo aún.)
Y como no funcionó conté ovejas saltando una valla, luego carneros, después caballos, tras ellos una manada de Little-Ponnys distintos y de alegres colores, después una simpática cuadrilla de Osos Amorosos que saltaban dando cabriolas y lanzando besos a la vez (por eso son amorosos), después dispuse a los protagonistas de Barrio Sesamo (Espinete saltando, Ana saltando, Chema saltando, Ruth saltando, la madre y el padre de Ruth saltando...y Don Pimpón tirando la valla, ya os dije que éste de trotamundos tenía poco, que era un pobre diablo que iba de bar en bar, de ahí su nariz roja y lo gordito que estaba)....hasta que decidí visionarme comiendo Lionesas, una, dos, tres, cuatro, maaaaaaaaambo ZZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzzzzz.
Shhhhhhhhhhissssssshhhhhhhlencio en Babia.
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