22 de febrero de 2012

Como vaya verás


Esa era la amenaza de mi padre ante cualquier charla acalorada, discusión o pelea que tuviera con mis hermanas, de una en una o con las dos, poco me estresaba la multitud contra la que luchar.
Evidentemente, ser la segunda de tres significa sentirte como el jueves, siempre en medio, pues en ese plan me encontrabais, dando y recibiendo, (en realidad más lo segundo que lo primero), por lo que el mote que me puso mi madre de Bocabierta era realista como la vida misma.

Cuando la niña sirena se activaba  sólo se desconectaba de dos maneras:

-Con el "como vaya verás" de mi padre desde la lejanía.
-Con la galleta de mi madre.

La verdad sea dicha, con el "como vaya verás" entrabas en una especie de PAUSE momentáneo, poco eficaz, porque se desbloqueaba la pausa y la algarabía volvía cual boomerang.

La galleta tenía su misterio, lo sigue teniendo, que entre todas las que te estaban cayendo la distinguieras a la primera y en forma de pellizco retorcido, una mano independiente de un cuerpo que seguía en la cocina amasando croquetas,  te sacara en volandas del remolino de niñas enzarzadas entre sí, no me negareis que es un chapter mínimo del That's Incredible!
Eficaz 100%. La trifulca cesaba.

Las galletas de mi madre no avisaban, eran felinas de movimiento y silenciosa como una sombra, de la nada te caía y a la nada volvía.
El "comovayaverás" era de naturaleza noble. Siempre avisaba y no porque se anunciara más que un trailer de película mala, sino porque por el largo pasillo de casa el comovayaverás iba expulsando un poltergeist que vomitaba acciones escatológicas en todo el santoral y en  una fémina de virgo dudoso (sí, mi padre se cagaba en la virgen del triki-triki O.O)

El día que el "comovayaverás" se hizo realidad me activó un sensor en la cabeza que hasta entonces no me lo habían presentado. Me dio la risa. Sin parar, sin pudor, con lágrimas y con dolor de barriga, como hay que reírse en esta vida, con ganas y cesando con un ay para volver a arrancar. Fue un ataque tan de sorpresa, que con ese gran derroche de hilaridad y esa maravillosa cascada de carcajadas expulsé al poltergeist hecho cuadricos y mi padre volvió al fútbol oe-oe con un "que no tenga que venir más".

Ese día me presentaron a la palabra estupor. Yolandica-estupor caradetumadre; estupor caradehermanas- Yolandica. Encantada.

La genética, que es caprichosa y vengativa (todavía nos regala el rabillo del culo para que nos duela cuando caemos) me ha dotado del "comovayaveréis", la galleta ha evolucionado en

TACHÁN

La mirada bastaya: dícese de los ojos que se casi salen de sus cuencas para indicar la ira, que se tornan encarnados para mostrar la furia y que se muestra en un movimiento que va del soslayo al frente en un pis-pas. 
Efectos: PAUSE momentáneo. Acompañado de un paso al frente causa dispersión.


6 comentarios:

  1. Hola guapa,mira por donde un dia que no me pasaba por tu blog y 2 entradas nuevas,para mi alegría,que leerte me encanta y comentarte aún más,pues a ello voy:En ni casa la amenaza era el dedo de mi padre,nos lo acercaba a mi hermana y a mi muy amenazante cerquita de la cara y ese dedo (que recuerdo enorme) tenía la particularidad de hacernos callar ipsofacto y que conste que no llegaba a tocarnos nunca jamás, pero nos daba un respeto,casí más que la mano de mi madre que esa si que nos tocaba alguna que otra vez:-P

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    1. Gracias salá.
      Jajja, yo también uso el dedo con el comovayaverás, señala hacia dónde voy a ir, no se acerca más, pero parece que tenga vida propia...el efecto sedante que consigue el dúo amenazante es vago o nulo.

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  2. Ufff. Qué miedo estos recuerdos. El comovayaverás suele ir acompañado del quenotelotengaquerepetir, aunque yo suelo ser dura de oído porque normalmente me lo tenían que repetir unas cuantas veces. Besosss.

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    1. El quenotelotengaquerepetirmás, en mi caso, iba siempre precedido de "Yolandica hazte la cama" así tres, cuatro, cinco veces hasta que decía "Yolandón, hazte la cama" a secas y en alarido, efectivo oiga.

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  3. En mi casa siempre hemos sido más de ciencias: "Cuento hasta tres para que te vayas a tu habitación". Además con decimales, mi madre contaba a las dos, a las dos y media...

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    1. Aquí se nota la diferencia, yo que he sido de letras mixtas utilizaba el: "Uno; dos; dos y medio; casi tres, acercándooomeee, estoy al laaadoooo, lo estoy vieeendoooo...

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