Pertenezco a la generación en las que por norma, cuando el tiempo pasaba era para mejor, avanzar era progreso (qué tiempos aquellos, snif).
Yo fui a un colegio humilde, tanto como el barrio donde vivía.
Lindaba la parte trasera del cole con un barrio aún más humilde a la par que difícil. Saltar la reja era bastante fácil, por lo que el trasero de mi escuela era una especie de zona cero y encontrar cristales era lo menos peligroso que pudieras ver.
Si eras torpe (presente) y te caías en la zona cero (jeje) lo mínimo que te podías hacer era un corte de sutura no inferior a siete puntos. Pero, Oh, niña de los ochenta! si de camino a conserjería y seguida de todo Hamelín al grito de "Se le ve el hueso!!!" te encontrabas con él tu suerte estaba echada, en este caso la de mi rodilla.
Os presento a Don Pepe (era él), nunca lo tuve de profesor, pero visitaba de forma continua al mío para hacer quinielas, Torrente a su lado simplemente era más gordo.
-Pues vosotros tenéis la escuela cerca, yo quitaba a palazos la nieve para acudir a ella, tras andar dos kilómetros. (Era de León). Y tras decir esto, se sacaba el palillo mondadientes de la boca y mascullaba con su sonrisa irónica- No son exigentes ni ná los niños.
En mi época, no muy lejana, los maestros tenían dos géneros; el masculino Don Nombre y el femenino Señoritas Nombre (aunque tuviesen más años que Matusalén)
Pues bien, hoy os quiero hablar de Don Antonio, lo tuve en segundo y tercero de primaria, dos años en los que aprendí a leer entre líneas, a saber lo que era un egocéntrico narcisista, a aprenderme de memoria el mapa geográfico de las dos Españas y a hacer preguntas a mi madre que no me supo contestar.
Sí, sin duda alguna y sin pretenderlo él, me dio una gran lección, evitar a tipos como él para el resto de mi vida.
Don Antonio era un personaje a quien no le temblaba el pulso y si tenía que azotar azotaba, si tenía que blasfemar se blasfemaba y si se tenía que cagar en la democracia, se cagaba y punto.
Y si para ello se le puso a huevo explicar dos mapas distintos, el de antes de la transición y el de después, mejor que mejor. Aquel día colgó el mapa que nos acabábamos de aprender, el de las castillas antónimos (la vieja y la nueva) y sacó otro, con redoble de tambores, del gran tubo mientras bramaba:
-Y ahora POR LA MIERDA DE LA DEMOCRACIA os tenéis que aprender éste.
Claro, dime a mí, una niña de seis/siete años, que me había pasado un par de tardes aprendiéndome un mapa que había cambiado su distribución, que lo mínimo que iba a preguntar a mi madre cuando llegara a casa iba a ser:
-Mamá, ¿qué es la mierda de la democracia?
-O.O
-Pues por culpa de ella Albacete ya no es de Murcia.
No creáis que por aquel acto odié a la señora aquella, ni por un segundo, si fue capaz de hacer cabrear a aquel tipejo tenía todos mis respetos, por lo que aprendí el nuevo mapa en un acto puro de adoración por mi nueva heroína, una que siempre ha tenido alma de groupie.
Tu don Antonio se llevaría bien con mi señorita Asunción, que nos hizo grapar ¡GRAPAR! las páginas de la prehistoria en el libro de ciencias porque como todos sabemos, el mundo empezó con Adán y Eva. Pabernosmatao.
ResponderEliminarUn hurra por la Señorita Asunción!!!
EliminarMe la imagino henchida de gozo y saber estar por la GRAN decisión de grapar la prehistoria.
Oneamoment plis, ¿Adán y Eva en la prehistoria?, ¿fueron monos entonces?...
Las monjas de mi colegio también se las traían en muchos aspectos. No tanto como para hacernos grapar las páginas de prehistoria pero sí tanto como para explicarnos que, en realidad, eso no era así... En fin. Mi chico es de Albacete y siempre dice que los albaceteños tienen más de levantinos que de castellanos. Cualquiera lo diría, a juzgar por las comidas que se meten entre pechito y espalda...
ResponderEliminarNo me extraña que anden mareaos, ahora eres de aquí, ahora te pongo allá...
EliminarFijate, que a mí Albacete me inspira una canción, pongo mis manos en jarra sobre la cintura y canto cual jota:
"Una moza y un mozo van p'Albacetee e e..." (versión tuneada)
Gran provincia, gran ciudad y buenos mozos XD (mira los Muchachada que grasiosos son madre)
Yolandica,hija menudo personaje tenías por profesor,parece sacado de una película de terror,no, si el dicho aquel de:la realidad siempre supera a la ficción,es una verdad como un puño pq hay cada elemento por ahi suelto...
ResponderEliminarCanela fina era el colega...
EliminarYo fui a una unitaria rural, de preescolar a cuarto, todos juntos. La maestra en las primeras elecciones quería que le dijéramos a nuestros padres que le votaran a los socialistas. "Papa que diu la mestra que li voteu als socialistes. Li dius a la mestra que el papa i la mama ja son majorets per a saber a qui han de votar, millor, no li digues res..."
ResponderEliminarCuantos destrosos hasen las cabesicas esas, mare!
EliminarAños más tarde tuve a otra, que perpetró la crueldad más vil que he presenciado, a un chico de mi clase no muy agraciado, lo llevó a la clase de al lado y delante de todos dijo, " Mirad M.S. tiene el craneo como un Homo erectus" explicando aquello de los hominidos.... Ah! y otro muy interesado en el color de mi vello púbico....
EliminarO.o
EliminarJajajajja por favor...no puedo con el cuerpo de maestros....
ResponderEliminarYo no me topé con ninguno así...o si me topé lo he borrado de mi mente así como al mapa anterior a la señorita democracia.
Lo de grapar las páginas de la prehistoria que ha comenatdo migremlinno mecome me ha hecho soltar la carcajada.
Y se quejaban algunas madres de la clase de mi hijo porque la señorita Josefina castigaba a los niños haciendo el arbolito en la tarima...
Si te lo hubieras topado te acordarías, te lo aseguro...
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