22 de enero de 2012

De sirenas y sardinas.



Llegó la hora del baño y como todas las noches acudimos al deber de asearnos.

Ya en él, nos despojamos de todas las capas que llevamos encima, la de las etiquetas, la de la aventura del día, la que te ha hecho sentir como una reina o la que no y la que en definitiva te ha hecho  vivir disfrazada, un día más, del personaje que hoy el capricho o el destino te ha querido vestir.

A mí de pequeña me bañaban a granel, con todas mis hermanas. Recuerdo de forma especial la noche de los viernes y en las que, empijamadas y enturbantadas (con los arrullos de toalla de cuando fuimos bebés, mi madre que nunca tiró nada y a todo le buscó su segunda utilidad) corríamos por el pasillo perdiendo parte del bocadillo en el intento (entiéndase literal) al grito de Que empieza el Un, Dos, Tres!!!!!!!!

A veces la prisas, las ganas o la escasez de paciencia me hace caer en ese baño revuelto pero cuando la cordura me inunda, en escasas ocasiones, la verdad sea dicha, intento darle a mis peques un relajante y solitario baño, como a todos nos gusta.
En pleno relax, con olor a jabón del que se añora cuando lo dejas de usar y a temperatura de sueño en pleno invierno mi peque se sincera...

-Mami, ¿dónde estaba yo cuando el papi y tu os fuiste de moda? (entiéndase boda por moda)
-Pues no estabas todavía con nosotros...
-¿Y la tata?...
-Ni la tata ni tú, pero estabais en mis sueños y dentro del papi y de la mami.
-Claro, yo os vi con un catalejo desde la barriga.
-Aaaah!
-¿Sabes que tengo novio y se llama Jorge?
-¿Pues no decías que eras muy pequeña para tener novio?
-Sí, eso fue el otro día, hoy ya soy mayor -convencida de su gran razón- Pero Jorge no lo sabe...
-Vaya, pues yo creo que si es tu novio debería de saberlo...
-Ajaaá, se lo diré cuando tenga el bebé...
-O.O (¿Lo cualo?) Ah, que me vas a hacer abuela, ¿Y cómo piensas alimentar al bebé?
-De la teta, como el primito.

Mientras me arranco los cuadros de mi persona, mi peque sigue en el agua jugando con su Barbie preferida, una que ni siquiera lo es, sin brazos y unida por la cintura con precinto del bueno.

Y entre el vaho y el calorcito de la estufa aparece en escena mi peque dos (en este lugar por entrar la última al baño) preguntándome:

-Mami, ¿hoy me dejas nadar?
-Sí hija, hoy puedes jugar a sirenas y no a sardinillas en aceite. 

4 comentarios:

  1. Madre mía. Si es que hoy en día los niños saben latín. Antes los adultos les enseñaban a los peques. Ahora creo que es al revés. Jajaja. Besos.

    ResponderEliminar
  2. La de creatividad que están sacando estas niñas de la autora!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anécdota de la tarde:
      Viendo a Bob Esponja en un capítulo que sale disfrazado de chica, comentario de una de ellas:
      -¿Verdad mami que es entrañable?
      - O.o
      #estoycriandoaunosgenios o #amordemadreamoreterno

      Eliminar