20 de septiembre de 2012

La risa cojonera.



La RAE no la contempla...no la habrá sufrido...habla de partirse, de mearse, de reventar...de la sardónica...pero no hablan de ella, y estoy segura que existe, porque la intuyo, la veo venir y la sufro.

Ya caída la tarde, cuando el cansancio embrutece el raciocinio y la prudencia hasta el punto del desvanecimiento, aflora en mis hijas un trastorno insano, que no la sufre quien la padece, sino quien la soporta.

Me explico.

Allá cuando la mugre del día se va convertida en torbellino por el desagüe de mi bañera, en pleno fragor de friegue y restriegue, tras la cortinilla, fluye en mis pequeñas la necesidad de reírse portodo y pornada.

Ese regocijo carcajoso tiene la cualidad del muelle flojo, me río-paro, me río-paro, me descojono-paro. Además es una risa de gaznate, de sonido fofo y timbre perezoso. Repetitiva y sorda tanto como desesperante.

Suele preceder al llanto, como nubarrón a la tormenta.

Sí. Tras la endeble hilaridad y el escaso gracejo que le caracteriza, encabeza una oleada de cachetadas con chispa.
Más se pegan más se ríen. El festival del humor hecho espuma, enredado en aroma a lavandas inglesas.

A poquito a poco, el timbre sube y la risa cojonera da lugar al sollozo quejicoso en un tímido RE para pasar, tono a tono, en un magnífico e insoportable SI sostenido.

Atención, si eres persona sensible al buen arte, la capacidad de pasar de la risa al llanto es tan prodigiosa que las lágrimas brotarán de tus ojos a la par que el berrido.

Éste, nace en tu estómago, allá donde el mismo pierde su nombre y lo llaman bulbo duodenal, mismamente. Razón por la que, al salir de las cavidades más profundas de tu ser, el sonido sale hercúleo y poderoso, con efecto paralizante que hasta el tibio chorrillo de agua que fluye libertina por la ducha, corta su corriente por el susto que se lleva.

El rugido ahoga el cachete y lo mete de cabeza en un bucle de hilaridad sin igual, me rio-te miro-me parto-te pego-lloro-me río...

Y una, sufrida espectadora, decide poner en marcha le movimiento involuntario de párpado, listo para despegue y el guiness, y guardar sus palabras del tifón cojonero, por miedo a que succione su amenaza y se someta al tirabuzón jocoso.

No he conseguido remedio para tal jolgorio.

Lo temo, amigas y aunque todavía no me haya podido hacer con las riendas de esta bestia inmunda que me somete al peor de los gerundios, llamado fastidiándome, os pongo por testigos, que nunca más volveré a sufrirla, ya tenga que quemar inciensos, recitar mantras, enredar mis piernas cual flor de loto o prender velas...pero en mi baño, oh sí, se olerá a lavandas y sosiego...aleluya.






23 comentarios:

  1. Uy la risa cojonera!!! Esa la conozco,pero en mi caso aparece en el baño, el comedor,la habitación,la cocina y siempre empieza con advertencia de los progenitores " no sigáis así q al final os haréis daño" , y termina con " mamaaaaaa o Papaaaaaa q mi herman@ me ha hecho dañooooo" y claro una de dos o te armas de paciencia y vas a calmar los ánimos, o te pones a gritar como un@ poses@ " que sea la última vez que yo os diga algo y no me hagais caso, está claro? " y super claro les queda,para ese momento, si es q no aprendemos ;-)

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    1. Sí, es cierto, no tiene lugar de origen...pero precisamente la bañera, por las horas y el cansancio acumulado es en el que menos la tolero...niña, si mis hijas están todo el día con el jijiji-jajaja-zambombazo.

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  2. Querida amiga, Servidora no vive de esos episodios, al menos en casa. Con un solo NiñoNinja, la cosa se pondría fea si le escucho en el baño (o cualquier otro sitio de la casa) descojonarse el solo para pasar después al llanto. Ya están aquí!!!! Que miedo... quita, quita, aparta de mí ese pensamiento....

    Pero si es cierto que en otras situaciones fuera de casa, sí que ha pasado y la verdad como bien dices, siempre, siempre es predecesora de un cataclismo.

    Un besazo

    P.D.: Ya te mando otra foto de NiñoNinja, para que las Princesas no se peleen ;-D

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    1. Jajja, la verdad es que lo puse pero no me gustó y lo quite, pero una aclaración es que un elemento indispensable en la risa cojonera es que existan dos unidades.

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  3. La conozco!!! aunque mi niña no tiene hermanos, a veces su padre se transforma en niñato y juegan a peleas...el resto lo describes tú arriba perfectamente.

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    1. Lo bueno es que por lo menos en tu caso, hay un adulto que seguro sabe cortar llegado el momento X, también llamado el momento del guantazo...

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  4. Jajajaja. Pues oye, cuando yo estoy "en esos días" también soy capaz de pasar de la risa al llanto con una facilidad pasmosa. De hecho, soy hasta capaz de reírme y llorar al mismo tiempo, lo que ya requiere un level expert.

    Paciencia y que no te dé por reírte con ellas, que te conozco y eres de risa floja... Besotes!!!

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    1. Mi hija Coletillas es experta, en un nanosegundo se descojona, en fracción del nano expresa el peor de los dramas...aunque de casta le viene al galgo, que a mí me ha pasado, pero con más maestría aún, yo lloraba y reía a la vez...para no perder el tiempo en sensaciones...

      Besazos!!

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  5. Jaaajajajajaja! Nena, tienes un estilo único!
    Has probado a dejarlas solas y subir el volumen de la radio?? Me imagino que no es buena idea, jejeje...
    Muas!

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  6. Créeme, en ese estado lo mejor es sacarlas cuanto antes de la bañera...por lo que pueda pasar...mis hijas en ese estado son una caja de bombas sin estallar...p e l i g r o s a s.

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  7. Hola
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    1. Muchas gracias Sandra, me alegra que te haya gustado.
      Saludos!!

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  8. Yolandica, te veo siempre por los blogs que me frecuento, así que hoy me he animado a pasarme por el tuyo a conocerte. Por aquí me quedo!.
    Ah! y sí! conozco bien esa risa cojonera...
    Beso

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  9. Acabo de pasar tu blog...pero si estaba como en casa!!! cuanta conocida, me pasaré más a menudo.
    Besotes!!

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  10. Pues oye, a mi como a Mi álter, cuando sé como huelen las nubes, mi cuerpo es un festival de risas y llantos.



    Qué bien que lo explicas hija!

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    1. Sí...en esos momentos somos la leche...
      Fíjate, una curiosidad, los post que menos me cuesta escribir son los previos a...chica, qué derroche de sentidos y sentimientos a flor de piel...

      Gracias guapa!!

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  11. Desde luego, eres única en tus descripciones, me dejas sin palabras...cuanto derroche de maestría. Yo creo que todavía no he sufrido ese estado en Tenedor, creo que es cosa de la edad, pero cuando el cansancio aflora en su ser..también es difícil, le viene el llanto incontrolado, por todo, no sé si la RAE lo contempla, pero los laboratorios de aspirinas, se frotan las manos.

    Un besote

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    1. Qué "desagerá", jeje

      Tenedor tendrá que tener un hermanito y/o un amigo en compañía (de horas) para experimentarla...pero surge, te lo aseguro.

      Un besazo grande-grande.

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  12. Llevo dos días sin saber que ponerte en mi comentario porque ha sucedido algo escalofriante: ¡¡este post podría haberlo escrito yo!!!
    sin cambiar ni un punto ni una coma. Solamente el género de los sujetos....
    A mi ya se me llevan los demonios cuando la risa cojonera en cuestión sale cuando les está cayendo un rapapolvo!!

    QUe grande eres...gracias por explicar también una de mis mayores pesadillas....

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    1. También no ¡coño! TAN BIEN quería yo decir....

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    2. Jajaja...lo sé amiga, reúnes las condiciones para que se de la risa cojonera: tener a más de un niño de edad parecida...

      Y te puedo asegurar que cuando empiezan a reírse metiendo como coletilla lo que les dices, esa risa se hace cojonera total.

      Besazos guapa!

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  13. Por favor, que me ha entrado a mí la risa floja sólo de leerte...

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