14 de enero de 2013

El armario.



Yo no sé a vosotras, pero a mí me encanta tener mis armarios ordenados. Pero lograrlo me mata. Y una vez muerta, me remata, a lo Walking Dead.

De todas las tareas que tenía apuntadas para hacer en mis vacaciones tales como:

-Sacar el ebook de su caja y si eso, trastearlo.
-Levantarme al trino de Nicole (nueva mascota de mis hijas, que al igual que su predecesor, es pajarito con pluma y posible estrella del desfile del orgullo)
-Poner al día mi reader.
-Escribir, escribir y escribir.
-Pasear lúdicamente por el parque tras desayunar en una terracita al sol.
-Ordenar armarios.

Sólo he cumplido el segundo. Porque yo no tengo a Nicole en una jaula, tengo a Pavarotti reencarnado en pajarito. ¿No os parece una delicia? Pues en vacaciones y a las 7:30 no. Os lo juro.

Ea pues, una vez incorporada a la rutina (esa gran destructora de almas ilusas), la ojera de vuelta en sus bolsas y el vivir en un ay continuo he decidido hacer, todo lo que teniendo tiempo de sobra no hice. Yo funciono así.

El precioso armario empotrado doble de mis hijas tenía un león dentro. Y si no era un león era un monstruo, porque a mí, abrirlo, me ponía al límite de la desesperación y de la pérdida total del karma. Me llegó a secuestrar mi tercer chacra, desequilibrando mi emoción, mi equilibrio y mi más mansa realidad.

En mi casa tenemos instaurada un monarquía como la de los reyes católicos, ya sabéis, tanto monta, monta tanto. Pues bien, los días en lo que tocan tareas domésticas, no penséis mal, mentes calenturientas, yo plancho y mi marido guarda.

Andaba yo confiada en el buen guardar y plegado de mi marido, ay misera de mí, ay infelice, y me acordé de la reina Isabel...hija mía, como Fernando te plegara Castilla como a mí la ropa de calle, Zamora la tendríamos hoy en un rincón cualquiera de Aragón, con todos mis respetos a esta bella comunidad.

Hete aquí, que cuentas hasta cinco, hiperventilas, vuelves a contar hasta 5 pero más lento y te dices, condosgüevos, frase que te motiva de la manera más absurda y certera.

Abres la puertas, las cierras, vuelves a respirar y empieza la batalla.

Dos temporadas, dos, se acumulan en perchas y cajones sumado al caótico Aragón perdido entre las Castillas.

Te puede la pena, el sentido del orden te levanta y sigue la lucha.

Lanzas a puerta el pantalón, pliegas el peto, metes en bolsas tres pares de pijamas, Huesca la doblas sobre Zaragoza y la alejas de Portugal, seleccionas ropa de uniforme sin manchas de tinta china y colorante alimentario imborrable por siempre jamás y la ordenas por tono y grado.
Te emocionas con el disfraz de pastorcilla, te recreas en el traje de portadoras de anillos, haces unos cuantos flashback al vestidito de piqué y terminas. Final de partido con resultado favorable a mi empeño.

Y un deseo más...a partir de ahora que Tanto planche y Monta guardará...¿qué no?


16 comentarios:

  1. Jajaja muy buena tu lucha con el armario...!!! tu puedes con todo aunque no te lo pongan fácil!!!

    Yo de tí les daba unas lecciones...

    Alpaca se despide con:

    Es siempre demasiado pronto para renunciar.

    Autor : Norman Vincent Peale


    Mooogggaaaksrfff

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jejeje...bueno, una vez ordenado es tan bonito escribir sobre eso...pero antes...antes ni lo cuento que enfermo :P

      Eliminar
  2. La lucha con el armario, es tan terrible como la de los cajones, que te crees que no tanto, porque son más pequeños, pero de ahí, puede salir cualquier cosa...
    Yo el otro día, me puse con un cajón, y acabé saturada, jejeje..Lo bueno es que a veces, aparecen cosas, que te habías olvidado que tenías, y que de repente, te gusta...
    Un besoteee

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, es lo malo de ponerte a ordenarlos, o por lo menos a mí me pasa, que me entretengo más cuando encuentra ropita que he guardado porque quiero mantener de recuerdo...

      Eliminar
  3. Esa es mi pelea perdida desde hace mucho tiempo, a mi me encantan los armarios mega ordenados... pero no consigo tenerlos nunca así!!!! Y no es porque tenga ayuda de mi marido.... que no sabe ni donde se guardan los calcetines de sus hijas... sino porque tenemos tanta ropa... tan poco sitio... que es un desastre... Mi armario ideal es el que está todo ordenadito, que cuando lo abres no tienes que apartar lo colgado en als perchas para ver que hay debajo... A mi me queda esa tarea pendiente!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me quedan más, pero el de las niñas, al que se le sumaba la cantidad de ropa para dar que tenía, me daba un perezón terrible.

      Eliminar
  4. Yo también tengo que tener los armarios en perfecto orden. Me desespera verlos desordenados. Lo de que Tanto planche, depende de cómo planche... Si es como mi Tanto te espera un nuevo estrés. No te digo ná que te lo digo tó.

    Un besote!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tanto plancha mal. No. Tanto plancha fatal, pero con un buen plegado por mi parte y guardándolo donde corresponde gano en tiempo...y me quito una de las tareas que más odio.

      Eliminar
  5. No hay nada más agradable que abrir los armarios y observar todo en completo orden!!!!, pero como mi esposo es tan desordenado y para sacar una polera, desordena 10 cosas..., yo ya me he resignado...
    Por lo menos mi hija salió ordenadita, como yo ;) jejeje...
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que no es cuestión, por parte de ellos, que sean ordenados o no, es que se la repampinfla si algo que se cuelga se deja en un cajón y algo que sí o sí va plegado lo cuelgan de una percha...
      Besotes!!

      Eliminar
  6. Je je je je...Por eso en casa, en materia de orden y organización tanto manda y el menda acata, que si no el león se nos come.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ajajá...pero cuando el Menda va por libre y es autónomo en decisiones y acciones lo tienes más complicado, jeje.

      Eliminar
    2. No caerá esa breva, je je je je je

      Eliminar
    3. Pues entonces, querida Karusa, eres mi heroína. Quiero manual de uso YA!!

      Eliminar
  7. Uyyy los armarios,peazo tema acabas de sacar,en mi caso, no planchamos ni Monta ni Tanto,porque con la secadora y un poquito de estirar y plegar,queda nikelao ( que conste q si alguna vez pasa q lo sacas como si fuera un gurrumino, si q lo plancho) pero lo del arreglo armaril me toca sólo a mí,y este año he arreglado lo de mis enanos y lo de mi marido, pero lo mio,fué empezar y lo deje, y lo fui dejando y ahí está con su ropa de primavera, otoño e invierno toda juntica, pero total como últimamente sólo voy del trabajo a casa y viceversa,por q ya abrimos toooodos los festivos del año excepto 4,pues como q todo me da igual, con decirte q no tengo ni tpo para entrar en el Twiter :-(

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues yo dejo la secadora (los día de sol , claro) porque me saca la ropa hecha un "gurrumino" como dices tú...no le he pillado el punto y prefiero tenderla aunque tenga más trabajo.
      En cuanto a tu horario, lo siento niña, cómo se están aprovechando de la crisis más de un grande C U Á N T O!!!!!!!!!
      Mucho ánimo...se te echaba de menos en twitter ;)
      Besazos!!

      Eliminar